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¿Que tanto permitimos que el stress influencie nuestras vidas? Nuestro organismo es diseñado para estar en balance y si es necesario provocar cambios para mantenerlo. A esto le llamamos homeostasis. Cuando por cualquier razón nuestra temperatura corporal sube o baja más allá del balance, tenemos mecanismos como sudar si hay calor, o temblar si hay frío. Esto, para regresar al balance y mantener la homeostasis. Existe también un concepto llamado ̈Alostasis̈que se activa específicamente ante cualquier experiencia amenazadora o nueva e involucra procesos neuronales y sistémicos para lograr una adaptación y sobrevivencia ante estas experiencias. La Alostasis en nuestros organismos busca mantener estabilidad en medio de cambios y es muy útil pues nos facilita reaccionar ante un peligro. Se estimulan glándulas en nuestro cerebro y cuerpo (hipotálamo, pituitaria y adrenales) liberando sustancias que nos activan para pelear o huir. Este diseño es ideal para cualquier amenaza emocional, mental o física que como parte de la vida podemos enfrentar. Pero cuando no es ocasional sino que vivimos bajo stress de forma constante este mecanismo diseñado para momentos puntuales, esta encendido continuamente y provoca un estado llamado alostático o de ̈Carga Alostática ̈.
En la homeostasis aparte de las reacciones intrínsecas del organismo, tenemos alarmas conscientes que nos hacen actuar para regresar al balance. Por ejemplo, si hay calor, aparte de sudar, podemos conscientemente decidir usar ropa más ligera o buscar un entorno más fresco. Lo mismo sucede ante un estresor ocasional. Si estoy ansioso por un examen próximo, puedo decidir estudiar y al prepararme bajar mi ansiedad.
El estado alostático es un fenómeno inconsciente donde no nos damos cuenta de los cambios fisiológicos que se están dando en nuestro cuerpo ante ese stress constante al que le exponemos. Al no darnos cuenta, este ̈modo peligro ̈ del organismo permanece y se pueden dar cambios que afectan nuestras emociones, pensamientos y cada vez más se evidencia que también se afectan otros sistemas como el digestivo y cardiovascular.
La nueva investigación científica muestra que existe un eje que relaciona estrechamente nuestras emociones con el funcionamiento gastrointestinal y cardiovascular. Ya sabíamos de mucho tiempo atrás que alguien ansioso puede desarrollar gastritis. Pero ahora la evidencia médica muestra cómo el funcionamiento de nuestro sistema gastrointestinal afecta nuestras emociones. Es decir que existe una comunicación de doble vía.
La forma como lo hace es a través de la población de microorganismos que habitan en el tracto gastrointestinal de todos los seres humanos y que llamamos microbiota. Las experiencias que
vivimos, incluso dentro del vientre de la madre, la dieta con la que crecimos, la que como adultos escogemos y toda sustancias que llega a nuestro tracto gastrointestinal determinan el tipo de microbiota tenemos. Estudios muestran que ciertos tipos de microbiota pueden afectar la generación de neurotransmisores. Los neurotransmisores son sustancias que regulan nuestro funcionamiento cerebral. Sertononina y dopamina son tipos de neurotransmisores que aparte del cerebro se encuentran en el tracto gastro intestinal y la microbiota allí presente les puede afectar, influenciandoasielfuncionamientocerebraleinclusocardiovascular. Estádocumentadoqueen algunos casos la sola toma de un antibiótico puede alterar la microbiota intestinal e influenciar el estado de ánimo y ansiedad de una persona dependiendo de su suceptibilidad.
Existen varios caminos por los que las experiencias de vida influencian para que una persona viva bajo stress continuo y en estado de carga alostatica. Antes de nacer, la exposición de la madre al stress puede influenciar químicamente el tracto gastrointestinal del bebe dentro del útero y que al nacer se favorezca el crecimiento de uno u otro tipo de microbiota y esto vimos que puede afectar neurotransmisores y funcionamiento cerebral. Después de nacer, son las experiencias
que tenemos con nuestros cuidadores primarios la que cobran importancia. En el cerebro existe un grupo de células llamado neuronas espejo. Estas se activan cuando vemos las acciones de los demás para tener un concepto igual al que estamos observando dentro de nuestra mente. Por eso se llaman ̈espejo ̈. Nos ayudan a ser empáticos con otros y poder intuir y predecir sus intenciones y acciones.
Si vemos una fotografía de alguien levantando los brazos en victoria en una competencia deportiva, podemos inmediatamente saber qué podría estar experimentando esa persona. Son las neuronas espejo las que nos permiten esa empatía al tener ese concepto ya formado en nuestra mente. Al inicio de la vida las neuronas espejo graban las primeras acciones de los demás, especialmente las de los cuidadores primarios y pueden influenciar cómo entendemos las acciones de otros a lo largo de la vida. Si en la crianza, las acciones de los cuidadores son de cuidado y amor, es esa la imagen que se representa en el cerebro. Si la conducta del cuidador es de ansiedad intensa ante el niño o incluso si es violenta y de amenaza, es éste el concepto que se forma dentro del cerebro. Ojo que son las acciones físicas específicas de otros las que forman conceptos a través de neuronas espejo. ¿Cómo se relaciona esto con la ansiedad más tarde en la vida? Si el cuidador levanta las manos para agredir al niño o tan solo amenazarlo, puesto que es ese el concepto que se formó, más tarde en la vida cuando alguien levanta sus manos por cualquier razón,inconscientemente se le puede dar una interpretación de amenaza sin que exista una amenaza. Estos conceptos formados y las experiencias a lo largo de la vida pueden provocar que desarrollemos creencias básicas desadaptativas en nuestras vidas. Las creencias básicas son enunciados, también inconscientes bajo los cuales vivimos e interpretamos los eventos de la vida. Si la creencia básica de una persona es : ̈soy incapaz de responder ante la vida ̈, cualquier evento que experimente lo interpretara inconscientemente bajo ese enunciado. Si al contrario la historia de vida le llevo a formar la creencia básica de ̈yo sí puedo responder ante la vida ̈ cualquier evento también será interpretado bajo esa creencia.
Si consideramos que estas creencias básicas y los conceptos de neuronas espejo nos acompañan todo el tiempo y todo el tiempo nos dan una interpretación sesgada de los eventos que vivimos, podemos entender como alguien puede ser más propenso que otro a interpretar los sucesos de su vida como amenazantes y así provocar el estado de carga alostática que es inconsciente. Mi experiencia en psiquiatría y psicoterapia me ha mostrado que algunas veces las condiciones ya clínicas de ansiedad como el trastorno de ansiedad generalizada y ataques de pánico pueden ser una alarma que haga tomar conciencia que algo no está bien y que se debe modificar. Lo bueno es que Sí podemos modificar todo lo anterior. Nuestros conceptos y dinámicas de vida, nuestras creencias básicas erradas, nuestra alimentación y la microbiota de nuestro organismo que influencia nuestro cerebro son todos modificables.
Es necesario un abordaje integral que atienda a cada aspecto afectado en una persona bajo stress continuo y bajo condiciones clínicas de ansiedad. En los últimos años se ha demostrado la eficacia para manejo de stress que proveen los ejercicios de Mindfulness. Atención plena o mindfulness son estrategias que ayudan a responder de forma más asertiva a las experiencias que tenemos momento a momento. La evidencia científica muestra que su práctica adecuada puede influenciar las regiones del cerebro involucradas en el estado alostático y así contribuir a salir de ese estado y provocar resiliencia.
Para más información de los temas expuestos y referencias de las evidencias científicas visitar: www.manejodestress.com
Dr. Roberto Martínez Porras
Médico Psiquiatra
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